Hablar de cultura en este país, siempre ha sido una espina para los gobernantes durante muchos años. Recordemos cuando postulaban a la presidencia, alcaldía, y gobiernos regionales. En esos mítines muy trascendentales prometían a la gente en impulsar la cultura, educación, salud y la economía. Con el afán de mejorar la cultura de este país que se encuentra al borde del abismo y, apoyar al talento nacional. Cuando obtuvieron el poder se olvidaron de sus promesas y, sin importarle nada la cultura sigue siendo la cenicienta del pueblo. Ha transcurrido mucho tiempo y, ninguna entidad publica y privada se ha preocupado por izar la cultura de nuestro país. Es lamentable decir, que en los últimos años, el Perú ha sido tildado de Chapuceros por los países desarrollados y, que ocupamos en los últimos lugares de Latinoamérica.
Por lo tanto en nuestra región la cultura es muy escasa, porque los burgomaestres seguirán siendo como las mosquitas muertas, desamparando a la juventud Loretana. Por la cual existen pintores, escritores, poetas, cantantes y músicos, etc. Pero nadie les brinda un apoyo económico, porque las entidades públicas y privadas no prefieren invertir su dinero por la cultura. Prefieren invertir su dinero en cosas que no son productivas para la región y el país. La literatura amazónica es considerada mediocre en los EE.UU. pero hay otro factor que hace que la literatura este siendo saboteado por un grupo de personas que se hacen llamarse los salvadores de la cultura regional. La cultura no debe ser utilizado con fines malévolos y menos incluyéndolo en la política. La cultura no se ha hecho para beneficio propio es para el pueblo.
Hay algunos escritores que se creen los verdaderos dueños y críticos de las poesía y de novela, sin darse cuenta que son los que dan minúsculos golpes a la poesía y a la novela que solo suscitan daños a la cultura de nuestra región. Más aun, son los que entierran algunos jóvenes que tratan de salir de ese rezago inédito, y algunos tienen la osadía de robarles las ideas mas importantes en sus trabajos que presentan para una depuración. Pero los jóvenes loretanos luchan impidiendo que el barco vaya al naufragio por estos incrédulos. Además tratan de ser parte de la cultura regional.
Hasta cuando la cultura seguirá siendo la cenicienta del pueblo, oh acaso no hay alguien quien pueda rescatarla de aquel abismo que ya se encuentra. La cultura no es para un pequeño grupo de personas, es para el pueblo. Además, a esas personas serán juzgados por sus propios actos, porque para ellos cultura lo ven como la prostituta.

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